Un poco de carrera por los alrededores del hostal en el que estábamos y a ver el partido ese que nadie vio (Barcelona-Real Madrid).
Cenita en conjunto y unas cuantas risas, con posición aerodinámica de bici, que intentaríamos llevar mañana y a dormir.
Llega el día de la competición y sabíamos que teníamos buen equipo, pero como estas pruebas nunca se sabe como van a salir, ni quien puede tener un mal día o un percance en la carrera, estábamos con cierta incertidumbre.
Táctica de carrera (teórica): correr todos juntos y después la bici la haría Fran, entera, como de costumbre, ya que parece un cohete, y todos a su rueda, intentando dar algún relevo, y correr a tope con lo que nos quedara.
Salida, todo va bien, Fran aguanta el ritmo hasta la primera vuelta, en la que empieza a sufrir un poco.
Pero al coger la bici todo cambia, y Fran nos empieza a sacar los ojos, es increible como va este tio en bici, hasta el punto que al terminar el circuito de bici, que es a una vuelta me pregunta si hay que dar otra.
Por el camino perdimos a Carlos y más tarde a Josete, que lo dieron todo por aguantar la rueda de Fran, pero el circuito no era el más apropiado, pues eran continuos toboganes, sumado al aire lateral.
Entramos en la T2 y Fran me comenta que tiene un calambre, y le dijo que no piense en eso, porque le tocaba ser el cuarto hombre de la carrera, es decir, el que más iba a sufrir.
Y vaya si sufrió, sufrimos todos, pero al final tuvimos la recompensa, un quinto puesto, a un segundo del cuarto y dos de ventaja al sexto. Los tres primeros eran inalcanzables.
Lo mejor de estas pruebas, es sin duda, que conoces un poco más a tus compañeros de equipo. Durante varios días anteriores a la prueba entre bromas, íbamos planeando la carrera, y todos sus preparativos.
Gracias a Fran, Josete, Carlos, César y Pedro por estos momentos. Espero repetirlos el año que viene.