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martes, 19 de junio de 2012

XXI TRIATLON VILLA DE MADRID;WILD WOLF TRIATHLON SERIES BY POLAR

Sábado cuatro de la tarde. Hora de la siesta. Para algunos, para otros, preparando todo antes de la salida del triatlón Villa de Madrid. Las ganas de competir no eran muchas: una por el calor y otra por la hora de estar sentado en el sofá descansando así que la salida fue un poco lenta.

Video de la salida

Demasiados golpes, y demasiado a la izquierda,(¿por qué estamos yendo tanto hacia la izquierda? Salamanca nos está guiando, jejejejeje). Llegamos a la primera boya y empiezo a situarme, demasiados diablillos por todos lados.


 Completamos la primera vuelta y me veo con ganas de ir a por un diablillo que va unos metros por delante nuestra, pero al salir de los pies de Luismi no logro adelantarlo, y nos tiramos así la segunda vuelta. Se me hace muy larga la natación, es el primer Olímpico de este año y ya noto sus consecuencias. Transición tranquila y salgo el tercero, detrás de Ángel y Pedro. Primer repecho y aparece Luismi. Creo que me va a hacer sufrir en bici.
Y así es, que barbaridad, primera vuelta y así no aguanto las cinco que tenemos que dar. Coronamos Garabitas y oigo el sonido de su cadena bajando hacia piñones más pequeños. Ni en la bajada descanso. Pasan las vueltas y me voy encontrando mejor..... a su rueda. De vez en cuando paso para que pueda recuperar las piernas, pero enseguida vuelve con más ganas.En la tercera vuelta cogemos a Salamanca y somos un grupo de cuatro, Luismi, Hilario, Salamanca y yo. Pero es Luismi quien sigue tirando.


 Nos cantan la diferencia sobre el grupo que nos persigue, casi dos minutos, asi que la última vuelta se hace mas suave.

Me da tiempo a pensar: "ahora toca correr diez quiilómetros". Me parece una exageración. Que largo se me hace el Olimpico. Llegamos a la transición, y damos un poco de espectáculo. Angel se agacha, yo salto por encima, Luismi se le sale la cadena y va corriendo con la bici en volandas. Y ya estamos corriendo.
Mi corazón y mis piernas dicen rápido, pero mi cabeza dice, despacio, quedan diez quilómetros. No se como va Luismi, sigue con su bacteria,  y  me veo en la obligación de tirar, después de la bici que se ha marcado. Primera vuelta y me voy encontrando mejor. Me quedo solo, y se me va hacer muy larga la carrera. Me marco un ritmo, y me voy fijando en la gente que va corriendo para hacer más ameno el sufrimiento. La gente al pasar por el punto de giro me anima, y eso me da un poco más de tiempo para pensar que ya queda menos. Última vuelta. Voy a ganar el primer triatlón de la temporada pero solo estoy  pensando en terminar. ¡Que largo!, y me preguntan cuando me cambio a la larga distancia. En ese momento pienso que JAMÁS.

Al final, podio con Luismi e Hilario


Lo mejor al finalizar es el masaje que me ofrecen los fisios de fisioterapia El Árbol, al que llevo yendo unas cuantas veces y van arreglando lo que estropeo durante la semana.Y la bebida, que no ha faltado en ningún momento.
Lo peor, esperar desde las seis hasta las nueve por la entrega de trofeos.
Y ahora un merecido descanso después de unos cuantos fines de semana seguidos compitiendo. 


martes, 5 de junio de 2012

Liga Nacional de Clubes 1ª División Canet d´en Berenguer (Valencia)

Fin de semana playero, agua caliente y buena compañía, así empezaba la liga de clubes, una prueba que a la mayoría nos encanta, no solo por la competición sino por el ambiente y el compañerismo que se respira, entre compañeros y contrincantes.
El sábado un poco de toque en las tres disciplinas, pero la mejor fue la bici. Normalmente hago media hora o cuarenta minutos despacio, pero con la llegada de los miembros del equipo nos desplazamos al lugar de la prueba. El GPS fallaba y las piernas de Fran se revolucionaban al mínimo pique así que llegamos al alojamiento con una hora cuarenta minutos.... y con los consiguientes piques típicos de las salidas del domingo en pelotón.
Domingo por la mañana. Más nervios de lo normal, y un pequeño percance en la bici de Pedro Eloy.


De izquierda a derecha: Nacho, David, Moli, Raúl, Rubén, Pedro Eloy, Fran, Miguel, yo y Alfredo.

Salíamos como equipo número seis, y por lo tanto en todo el medio del grupo, cosa que no nos gusta nada porque estamos encerrados. El corazón a mil, ¿podremos permanecer en Primera? está muy complicado pero en esos momentos nos obligamos a pensar que si. Salida loca, unos corren, otros nadan, hasta que pasan unos cuantos metros y la adrenalina va desapareciendo de los brazos que van a tope. Levanto la cabeza y veo que un grupo va por la derecha, pero bastante lejos de nosotros. Levanto otra vez la cabeza y la boya está en el buen camino del otro grupo. Como puedo, intento cambiarme de lado pero pasan los metros y veo que la trayectoria que llevábamos mis compañeros de equipo y yo estaba muy desviada.
¡Después de unas cuantas palabras malsonantes que se pasaron por mi cabeza llego a la primera boya con el grupo de la derecha, y de ahí hasta la salida del agua transcurre muy deprisa, intentando pasar y situarme un poco.
La transición es larga así que toca recuperar lo que hemos perdido en el agua.


A lo lejos veo a Luismi, y a Brais, así que aprieto y voy a por ellos, hago la transición muy rápido y ya estoy en un grupo, que vamos a mil, hasta que se tranquiliza la cosa un poco. Tranquiliza es un decir, porque el ritmo es muy alto, hombres del Fluvial, del Prat, tiran para coger a grupos que van por delante. Antón Ruanova, Samer, Gomar, Rodrigo, parece que voy en el grupo de una prueba de la Copa del Mundo.
Como nuestra lucha no era esa, no paso por cabeza ni una sola vez. Intento animar a mis compañeros cada vez que nos cruzamos pero está muy difícil. Pero esto va por puntos así que hasta el final no sabemos nada.


Me bajo a correr bastante descansado pese al alto ritmo de la bici. Me marco un ritmo alto de salida, y sin intentar seguir a nadie. Voy pasando a gente, y de la buena. Veo a Antón a lo lejos y va a ser mi referencia hasta la entrada en meta. Sufro, aprieto, y pienso que cada punto que se pueda conseguir tiene su importancia.
Entro en Meta, y espero que lleguen mis compañeros, lo dan todo, eso lo sé. Unos minutos de espera y ya han terminado todos los triatletas.


Al final, descendemos, pero dándolo todo. Algunos frustrados, y otros esperando al año que viene para volver a subir a primera. Pero lo importante ha sido que todos y cada uno nos hemos exprimido al máximo y sobre todo, con los ánimos cada vez que pasábamos cerca de meta de las chicas del Valdemoro. ¡Gracias chicas por los ánimos! ¡Y las fotos!


Y lo mejor, como no, para recuperar fuerzas y ánimos la paella Valenciana.


Clasificaciones.