Después de dos meses exactamente sin competir por la fractura de clavícula, y de unas cuantas semanas entrenando más que nunca (hasta siete sesiones en el agua) volvía a una competición y encima de distancia Olímpica.
Nos desplazamos a Pareja, lugar en el que nunca había estado y me llevé una buena sorpresa pues el lugar es perfecto para la celebración de un triatlón y para pasar un día de verano.
Había que madrugar pues la salida era a las diez de la mañana. Vuelta a los preparativos y nervios de principiante.
Salida desde el agua, intento salir todo lo rápido que puedo pero a los cien metros se me acaba el nitro y nado el resto de la prueba a ritmo, cogiendo a gente, y saliendo muy contento porque no sentí ningún dolor y un buen tiempo con neopreno, sobre diecinueve minutos y medio.
La bicicleta también con buen ritmo pero en los momentos de cambios de ritmo mis piernas se convertían en piedras. Llega la transición y no se como saldrá la carrera después de un triatlón Olímpico, y me viene a la cabeza el último que corrí, en la Casa de Campo, y lo largo que se hizo.
Salgo controlando y me coge por detrás Arriero, con el que hago dos kilómetros, y paso al relevo un poco más fuerte. Ya estamos en el kilómetro cinco y me encuentro bastante entero, así que aprieto, a ver si cazamos a alguno del grupo de cuatro que van por delante. Veo a lo lejos a Marco Rivera, y en el km seis ya voy en tercera posición. En la que acabaré, con un tiempo de 33:05 en un diez mil clavado, ya que conseguí correr con el Garmin.
Muy contento. Vuelta a las competiciones y muy buenas sensaciones. Y sobre todo psicológicamente el parón me ha venido muy bien.
Resultados
El podio con dos muy grandes: Ramón Ejeda y David Castro. 4º Arriero y 5º Marco Rivera
Y por equipos segundos, a escasos segundos de los Diablillos de Rivas.
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